domingo, 19 de septiembre de 2010

Nada que decir...

No sé si voy a ser capaz de volver a empezar, pero temome que este es mi sino, tras el segundo examen creo que tengo que volver a empezar...Nervios, gritos, miedo....
Quizás me he jugado el poder aprobar para siempre, pero he luchado hasta el final y no me he dejado amedrentar por matones de tres al cuarto.
Ahora cuando lo pienso no sé si hubiera sido mejor renunciar a mis derechos y principios y tener mis posibilidades intactas para próximas "opos" o haber hecho valer mis derechos para nada.

1 comentario:

  1. Ana: No sé en detalle que ocurrió, pero de lo que sí estoy seguro es de que enseñar los dientes nunca es inútil. Que te teman puede ser bueno, y en general es mejor que resultar indiferente.
    Lo peor es tener que empezar de nuevo, pero si se tiene clara una meta y se tiene bien armado un método de trabajo y el ánimo (esto último, sobre todo...), compensa emprender la próxima batalla.

    ResponderEliminar