sábado, 18 de mayo de 2013

De Éowyn a Bavmorda.

Hubo alguien una vez en mi vida, que me llamó Éowyn, nombre que me encantaba, ya que amo profundamente los caballos y me encanta "El Señor de los Anillos".
De esto hace mil años, no sé si os he contado que cuando estudiaba en la universidad un profesor me "espeto" en cierta ocasión, que parecía una doncella menesterosa, ya que mi peinado habitual, era una larga trenza, que caía más allá de mi cintura, a raíz del sucedido me corté el pelo y ya nunca volví a llevar el pelo tan largo.
Además para mi desgracia o fortuna, mi especialidad es esa época, la de las doncellas y donceles.
¿Por qué cuento esto?, por que hace 25 años, para mi desgracia, que acabé la carrera y todos estos recuerdos y otros han vuelto a mi cabeza.
Sobre el pasado ya sabéis que hay diversidad de opiniones, hay quien opina que "cualquier tiempo pasado fue mejor"  Véase Jorge Manrique...

Recuerde el alma dormida,          
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte              5
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,             10
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.


Hay quien por el contrario dice que como el presente no existe nada, y por último hay quien espera al futuro que está por venir, por que este va a ser "la leche".
Yo no me situó en ninguna de las tres posiciones, pero he de reconocer que durante esos años, a pesar de los pesares, me lo pasé como ya no lo he vuelto a hacer, claro que también creo que había dos factores fundamentales, era joven e inconsciente.
De vuelta al presente, he de decir que hoy por hoy mi pelo es corto y no me parezco ya a Éowyn, salvo en lo guerrera que lo sigo siendo, pero ya no lucho por la justicia en el mundo, si no por causas absolutamente mundanas, ya no monto a caballo y mi pelo ha pasado a grisear... Ahora me parezco casi más a la Reina Bavmorda... Salvo en que yo no voy intentando aniquilar a enanos, ni a tiernos infantes.
Pd. Hay dos cosas incompatibles, ser una doncella y una mujer menesterosa, como entonces no me atreví a preguntarle a mi "ínclito" profesor por el significado de su frase, me corte el pelo, 20 años más tarde, ya adultos y en una reunión informal, él me pregunto porque me había cortado mi trenza, yo le respondí que él fue el culpable y entonces me aclaró lo que quería decir... El se me imaginaba en un castillo medieval, bordando junto a otras doncellas... 
Conclusión: Perdí mi pelo, que no mi honor, por un juego de palabras nada acertado.

lunes, 13 de mayo de 2013

Difusión

Pide Lady que pongamos un enlace a esta entrada, y como me ha parecido muy buena, lo hago
http://feomontes.blogspot.com.es/2013/05/desnudo-integral.html

sábado, 11 de mayo de 2013

Un, dos, tres "me se oye"

Estoy intentando ponerme las pilas, me he prometido a mi misma empezar o volver a hacer cosas, como primera providencia me he apuntado al campamento de verano...
Como mi vida cultural está estancada me inscribí a unas rutas de lo más interesante ahora sí no son para legos ya que te examinan para poder acceder a ellas.
Mi vida social está también de capa caída, pero temome que esta va seguir así ya que en este País lo celebramos todo comiendo y bebiendo y yo estoy a dieta estricta, ya que los últimos pantalones de verano que me compré el año pasado no me valen, es más me faltan centímetros para meterme en ellos.
En cuanto a mi vida sentimental está igualmente congelada.
Bueno que ya he dado la lata por hoy, me voy a enchufarme un rato a la red eléctrica para cargar baterías.

lunes, 6 de mayo de 2013

La felicidad

A veces perdemos el rumbo, bueno perdemos todo,  rumbo, medida, objetivos, perdemos hasta la mirada. A veces vagamos por la vida como almas en pena.
Y esto me está pasando a mi, pero con un pequeño matiz, yo no ando como alma en pena, yo me he parado. Me he parado y no soy capaz de arrancar. No puedo ser un "alma en pena" porque no tengo, soy un ser inane.
Pero no por ello estoy triste, no, soy fundamentalmente feliz, y esto me está empezando a preocupar, si cuando no tengo ganas de nada, ni soy capaz de arrancar, soy feliz, ¿a lo mejor es mejor ser un mueble?
Bueno pues ya no doy mas la lata, que no quiero ser un armario en el pasillo de esos que te los encuentras en todos los sitios y en todos molestan
Sed felices, pero de verdad.