martes, 2 de abril de 2013

Crisis.

Durante mis semanas de aislamiento espiritual, he tenido varias crisis.
Casi me cambio el color del pelo
Casi me cambio de cara
Casi me cambio de casa
Casi me compro una barca
Casi me hago monja
Casi me borro de todo lo humano y lo divino.
Al final me quedo como estoy, eso sí, he hecho mis deberes, he cumplido con mi obligación y estoy hecha polvo.
Conclusión: ¡Me he divertido, mucho, mucho, mucho!

15 comentarios:

  1. Como se me escapa el proceso que te pudo hacer casi cometer todas esas cosas que enumeras, nos quedaremos con la última.
    Que bien que lo pasaste tan bien.

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    1. Sería larga la explicación, desde "¿antes llevabas el pelo tan rojo?", pasando por el "¿no serás tu?"a "¿Cuantos años que vives aquí?"
      Por supuesto la barca es por el agua que está cayendo.

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  2. Oye, pues genial. Si te lo has pasado así de bien...
    :)

    Besos!

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  3. Ea, pues si te lo has pasado bien, ole con ole :)

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    1. Es duro tener que decir que mi mejor época del año es la Semana Santa, ja,ja,ja.

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  4. Viva la crisis y la diversión!!!

    Un beso Ana

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  5. Lo del cambio de pelo lo puedo entender, que es una curiosidad femenina para épocas complicadas. Lo de la casa podría pasarlo.
    Lo de la barca me resulta más raro, pero de rarezas está el mundo lleno.
    Lo que no comprendo es lo de monja ¿no será culpable el que te tocó el culo en la entrada anterior? :D
    Si has hecho los deberes, bastante has solucionado ya.
    ¿Lo de pasarlo bien era realidad o sarcasmo?

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    1. Lo de la barca es porque "en viviendo en un secarral" no estamos acostumbrados a tanto agua, que me falta poco para tener branquias. En cuanto a lo de monja, será porque a veces me da por ser espiritual...
      Y no lo de pasarlo bien no era sarcasmo, si no la pura realidad, yo disfruto la Semana Santa como pocas personas...

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  6. de tus lagunas.... perdona, pero me quedo ya con las mías que son viejas conocidas.

    y de tus crisis... también me quedo con mi reciente crisis de ansiedad que ya con eso tengo bastante...

    vamos, que entre las dos no hacemos ni media buena... jeje


    biquiños,

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  7. Lo mio últimamente no son lagunas, son océanos inmensos, cuento "anécdota".
    A mi cargo 56 niños en un momento determinado pierdo uno de 4 años y pregunto "¿Donde está Nico?" respuesta: "se lo ha llevado su madre" y ¿a quién se lo ha dicho? a ti.
    Acto seguido me doy cuenta que no es Nico si no Javier al que busco y empiezo a gritar su nombre y al pobre lo llevaba de la mano.
    Conclusión: Doy encefalograma plano. ¡Que cruz!

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