domingo, 7 de abril de 2013

Las relaciones epistolares

Ayer volví a ver con mi madre "Intocable", en esa película, uno de los protagonistas, mantenía una relación epistolar con una mujer, dicho "individuo" es tetrapléjico y teme ser rechazado en una relación habitual o normal.
Yo siempre he pensado que las relaciones epistolares son trágicas, pero he de reconocer que son lo más bello que te puede suceder, no tienes miedo a ser tu mismo, no hay prejuicios, sólo la palabra. Se desnuda tu alma, se ve con la misma, no con los ojos, te enamoras de un ser humano, no de un aspecto físico, ni de una cartera repleta de vil dinero.
No te importa como es el otro, si alto, bajo, guapo, feo. Te importa su cerebro, no te importa como se gana la vida, si bien o si está en paro.
Yo he mantenido relaciones epistolares, bien a través del blog, porque no lo dudéis ni un minuto a través de este medio se mantienen ese tipo de relaciones, bien a través de otras páginas...
Y he de reconocer que cuando he tenido que dar el paso de conocer al interlocutor, hombre o mujer y no estoy diciendo que mantenga relaciones con mujeres, o por lo menos de tipo sentimental, siempre he sentido pánico, como le ocurre al protagonista.
La experiencia me dice que las mujeres una vez enamoradas de un alma nos da igual como sea el tipo en cuestión, pero he de decir que no ocurre lo mismo con los hombres.
Al volver a ver la película me he dado cuenta de la diferencia de criterios que tenemos, y no dudo que en el género femenino singular, haya mujeres, que se rijan por los mismo patrones que los hombres y hombres que obren como mujeres en este tipo de relaciones.
De todas formas yo seguiré con mi vida y mis relaciones epistolares aunque al final se masque la tragedia

19 comentarios:

  1. Qué bonito, Ana. No he podido evitar pensar en Tchaikovski y su Madame von Meck.

    http://juanantoniobj.blogspot.com.es/2010/11/madame-nadezhda.html

    Bisous.

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    1. Realmente es un poco así, pero yo no impongo el no vernos... Pero luego me cuesta quedar porque no sé a quién ni a que me voy a encontrar.
      Por supuesto salvando distancias, edad, yo no suelo quedar con gente mucho más joven que yo y época.

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  2. No le veo el punto trágico a las relaciones epistolares. Yo tengo la experiencia del tiempo en que era el único modo de mantener relación o amistad con personas que se iban de tu pueblo y era doloroso el perder esas amistades en los tiempos adolescentes. El tiempo acababa con ellas habitualmente al cabo de los años. En mi caso las relaciones epistolares nunca fueron vehículo para mis amores, pero cuanto amor se derramó en el correo en los tiempos anteriores a internet.........
    Ahora se facilita la relación entre desconocidos y sin saber quienes somos los blogs encuentro que permiten que fluya afinidades y simpatías ... que pueden derivar en relaciones epistolares, ciertamente y con cierta facilidad, personales también. Pero al final siempre será la calidad de las personas la que determine como se materialice, en el plano amistoso, o en las expectativas amorosas ... cuando las hubiere.

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    1. Tienen su puntillo de tragedia, es como si las manos y los labios nunca pudieran acercarse, como si cuando llegaras a ese punto todo se desvaneciera para hacerse real y por lo tanto vulgar, pasar de la sublimación de un ser intangible a la dura realidad...ja,ja,ja... Y luego me quejo de relaciones virtuales ¡Ya me vale!

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    2. Miedo me dá así leido a la ligera ... Yo hago distinción entre las relaciones epistolares con gente a la que conoces de toda la vida (aunque en la adolescencia el concepto es muy sui generis) y la relación epistolar entre personas como nosotros que no tenemos ese conocimiento .... y que surge en circunstancias como éstas en el mundo virtual. En este contexto somos (o pretendemos ser) la mejor (y parcial, seguramente) versión de nosotros mismos, pero no me parece que eso lleve forzosamente a que la realidad haga desvanecer un encanto que las conversaciones previas haya creado. Si es así es porque alguien mintió descaradamente, creo.

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    3. No Euclides, no es eso, es porque nosotros, creo que todos, tendemos a idealizar... Te pongo un ejemplo, uno de mis amigos y es de largo recorrido aunque reciente, más concretamente mi "gentil caballero", por cierto gallego... Yo lo idealizo hasta físicamente y aseguro que su físico siempre me dió igual, pero cuando llevo tiempo sin verlo lo imagino ágil, corriendo detrás de un balón, bueno cosas mías, luego cuando lo veo y lo veo cojear, se me cae de alguna forma "el alma a los pies"... Yo mezclo lo que fue con lo que es y no por ello deja de ser mi amigo, mi gentil caballero, el hombre que realmente me haría feliz.
      Ahora bien en nuestra vida no hay mentiras nos conocemos hace años, pero no desde la adolescencia como conozco al resto o casi al resto de mis amigos.

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  3. Creo en las relaciones epistolares, en las amistades que nacen de un blog o de una conversación por internet. Creo que las palabras son fundamentales para poder llegar a enamorarse de alguien, y cuando ellas son la única imagen que tienes de esa persona parece que todo es más puro y sincero. Después está el miedo a hacerlo real, a sentarse frente a una cara desconocida y no sentir esa conexión.
    Por mi experiencia en amistades platónicas (nada de amores, por cierto), te diré que me siento más a gusto aquí con vosotros que en muchos cafés con conocidos.
    Un beso.

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    1. Yo también me siento más a gusto aquí, que según con que digamos "amistades"... Pero también he de reconocer que me encantan las cartas, hoy e-mail, me gustan las mariposas que revolotean en mi estómago durante el cortejo, ¡No lo puedo remediar! y es que soy una tonta romanticona.

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  4. yo también abogo por las relaciones epistolares, creo que es una forma buenísima de conocerse bien por dentro, escribiendo salen otro tipo de cosas que igual hablando no saldrían.

    biquiños,

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    1. Sale la persona que eres, no la que das la impresión de ser... Yo soy fía y distante y fuerte si me conoces fuera de aquí y en cambio aquí soy a veces demasiado tierna.

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  5. Yo lo he dicho muchas veces, me enamoré en el minuto 1, llegué a decir que me daba igual si iba en silla de ruedas o era ciego... yo ya estaba enamorada... ¿qué otra cosa podía hacer?

    Besos!!

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  6. Yo me acuerdo siempre de Cyrano en estas ocasiones, creo que es algo que a las mujeres nos pasa y la literatura, la vida y el arte, a veces copia.
    Besos

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  7. Pues yo no me fío de las relaciones espitolares, porque como me gusta escribir,me puedo inventar una película que para qué... como ya lo hicieron conmigo. Así que si he tenido que conocer a alguien, lo hago cuánto antes mejor. En la radio, pasa parecido, la gente se monta unas películas con tu voz... por eso de vez en cuando en mi radio hacemos una fiesta e invitamos a los oyentes para que bajen a la realidad jj

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    1. Yo no me invento películas, ya lo sabes tu, o creo que lo sabes y lo ves... Eso depende del interlocutor, por eso entre otras cosas me da "canguelo" el conocer directamente a otra persona. Yo soy sincera, ¿Pero el otro?... además de que tendemos a idealizar. como le decía a Euclides, yo idealizo incluso a gente con la que tengo amistad.

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  8. Las relaciones epistolares de esas de amistad me molan. Parece que conoces a alguien de toda la vida. Y luego, conocerlos en persona, pues me mola tb. Siempre he dicho que por conocer a alguien no va a pasar nada. La cuestión es que algunas veces pues te surge la duda de que en persona se pierda toda la magia de la relación. Te puedo decir que todos los blogueros o gente que he conocido por internet y que luego he conocido en persona, han sido tal y como eran "epistolarmente".

    En cambio, si la relación epistolar no es tanto de amistad como de algo más profundo, entonces sí que me acojono más. Vamos, que me da más bien "yuyu".
    :)

    Besosssssssss!!

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    1. En eso estoy contigo Lou, yo mientras es una relación por carta, por así decirlo, estoy muy cómoda, pero cuando vamos un poco más allá, entonces paso a ponerme nerviosa y creo que a veces lo fastidio.

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  9. Y porque, al final tiene que mascarse la tragedia?
    No es justo.

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  10. Soy mujer de 60 años, amo con todas mis fuerzas a un hombre de 65. Fue mi pareja hace 30 años, por cosas de la vida no nos volvimos a ver hasta hace un año. Mantenemos una relación epistolar pero yo no me conformo, el parece feliz.

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