jueves, 8 de enero de 2009

Anécdota

Parece que este año 2009 ha empezado con la revolución de las amantes, por un lado Nekki y sus plazos y por otro Amanda y su Luis, el cual ha pasado a mejor vida.
Por mi parte sigue sin haber nada nuevo bajo el sol, sigo igual con el mismo "novio" y las cosas ni se mueven y espero que no se muevan, ni para un lado ni para el otro.
Ahora bien nuestros "encuentros" son cada día más anecdóticos e incluso después de vividos llegan a ser divertidos, es decir cuando al día siguiente revivimos la jugada.
Os contaré la última "peazo" anécdota.
Nosotros habitualmente nos encontramos en un piso de un amigo suyo que está amueblado y sin habitar, pero en ocasiones y más en fechas señaladas, el dueño del mismo se acerca a la ciudad, con lo que dada su extrema timidez (la de mi chico), solemos acudir a unos apartamentos que alquilan por horas para tales menesteres. En este punto he de aclarar que sólo acudimos para encuentros de tipo íntimo por que nos vemos a lo largo de la semana o bien para desayunar o bien para nuestros aperitivos tras el trabajo, además de la clase semanal.
Bueno pues dadas las fechas en las que nos encontramos acudimos al apartamento que previamente alquilamos por horas. El siempre llega primero y el dueño del mismo, el cual posee tres o cuatro en el edificio, le da las llaves, cuando está allí me hace una llamada perdida y yo subo.
Estando en estas yo recibo mi llamada, pienso que perdida, pero ante la insistencia cojo el teléfono y le digo:
- Que pasa.
- Que no hay luz en la escalera y no funciona el portero automático, habrá una señorita esperándote en el portal.
Al momento otra llamada
- ¿Ahora que pasa?
- Que como no esta el dueño la señorita en cuestión no tiene cambios. ¿Llevas tu?
- Voy a por cambios
Diez minutos más tarde me encontraba en el portal esperando a una señorita que no conocía y que no apareció, afortunadamente el portal estaba abierto, pero lo que no funcionaba tampoco era el ascensor, con lo que comencé a subir las escaleras a oscuras. Me caí en el primer tramo, perdí las gafas en el segundo, empecé con el tercer tramo y tropecé, llegada a este punto me senté en la misma y me eche a llorar, cogí el móvil y le llame
- Baja que yo no subo
- No llores, abre el móvil que con la luz verás la escalera.
Cuando llego al rellano del piso ¡aquello era una fiesta!. Estaba la señorita del apartamento, los que iban a entrar en el de al lado, las limpiadoras del de enfrente (son apartamentos muy limpios) y nosotros dos.
Después de todo aquello a el no se le levantó nada y yo no tenía ganas, con lo que nos bebimos un vino, hablamos, nos besamos, yo lloré y el me consoló, eso sí en un apartamento "super coqueto" y con sábanas limpias.

3 comentarios:

  1. jajajaja en realidad son tremendas anecdotas aquellas, pero en estas historias siempre suelen ocurrir, que diablos, supongo que forma parte del picante que les da el encanto jajajajajaj.

    Me causo gracia lo de la revolución de la amantes, sobretodo por ver mi nombre en primera línea junto a la de Amanda, que dicho sea de paso, me saco el sombrero ante ella - y me siento honrada jajajajaj - , por tener todo tan claro y tener toda la convicción que las demas no tenemos.

    Bueno, para todo hay momentos, tu momento no ha llegado y para que acelerarlo, mientras puedas a darle jejejeje

    Que lastima que a tu chico no se le levantara nada despues del incidente... pero bueno jajajajaj

    Saludos!

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  2. uf qué cosas jeje, a mi me pasó una vez que iba en mi coche con mi 'pareja' y cuando más tranquilo íbamos se nos cruzó de pronto y casi le atropello un chico del telepizza, su novio oficial y uf... , mi 'pareja' al suelo para que no le viera, yo al borde del colapso...uf... :)

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  3. !Cuantas historias y anecdotas de amores clandestinos! Una vez quedamos en mi coche en una calle poco transitada y entre el ventilador (era pleno agosto) y la radio... me quedé sin bateria!! ¿Cómo explico yo que estaba estacionada en esa calle??? Ja, ja, creo que recordándolo escribiré un post un día de estos...
    Besos,

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