martes, 11 de septiembre de 2012

Las chicas

Ayer nos fuimos tres de mis amigas y yo a comer, dos de nosotras nos vemos todos los días pero a las otras dos hacía tres meses que nos las veíamos.
Teníamos muchas cosas que contarnos.
La primera.- Estamos A, R y yo (las llamaremos así A y R) esperando a B y cuando llega lo primero que salta a la vista es que sea ha engordado mucho, R y yo muy discretas no decimos nada, a las mujeres no les gusta nada que se nos digan estas cosas, pero A muy discreta suelta como si tal cosa ¡Te veo enooorme!.
A mi me entro primero un ataque de pánico, luego de risa.
Segunda.- Estando ya comiendo B le pregunta a R por una persona en concreto ¿Oye J sigue viniendo a traerte leche de oveja? contesta R "No, vendió el ganado"
B insiste "Lo llamo a casa y su mujer me dice que no vive allí". A y yo no nos podíamos mirar ¡Claro que no vive allí, vive con R! pero la otra no decía nada.
B vuelve a insistir ¿Y si me acerco a su casa? y R "Yo te doy su móvil". Aquí A y yo nos levantamos de la mesa y salimos del restaurante disparadas y partidas de risa.
Ahora bien R no le dijo que J vive en su casa.

1 comentario:

  1. ¿Y como quieres que diga otra cosa?, pero bueno, mientras la tecla aguante tampoco tienes motivo para parar de darle. Eso es igual de innegable.
    Por lo demás parece que fue una reunión divertida ... y con dosis elevadas de desconciertos si reparamos en esa interesante historia subterránea en relación al "ovejero", su ex-posa y tu amiga.
    Pero ese asunto ya no es de mi incumbencia.

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