sábado, 29 de septiembre de 2012

Mis chicos

Ayer cené con un grupo de amigos, con esos con los que me voy a la montaña.
La verdad es que la tarde fue larga e intensa, primero vimos las fotos de nuestras aventuras del verano, después tuvimos una especie de evaluación de nuestras actividades, para terminar con lo que llaman "Junta General", en ese punto me levanté y me dispuse a irme, cuando me dijeron que ni se me ocurriera, que yo era parte de ese Grupo y que querían saber mi opinión y por supuesto que querían hacerme una proposición.
Dije que la primera parte, lo de la opinión, siempre que quisieran, pero lo de la proposición no era factible, ¡Tengo muchos, pero que muchos años más que ellos! y estas historias son para jóvenes con ganas, y me marché.
Acabada la "Junta General" en la que habían votado cargos, quedamos en un restaurante, y allí hablamos de lo divino y de lo humano.
He de decir que desde hace unos años me he dado cuenta que hay cierto sector de edad que me hace mucho caso. Este grupo va de los 15 a los 25, me preguntan mi opinión, me escuchan y creo que a veces me siguen demasiado.
Hablamos por supuesto de nuestra última subida, de lo mal que lo pasé y parece ser que no fui la única porque  que la bajada del domingo "se las trajo", pero como yo iba con Oscar por delante no me enteré de nada.
Hablamos de nuestras vidas de lo que esperamos y lo que dejamos de esperar, de los estudios, los suyos y los mios.
Hablamos de sentimientos, de lo que nos da la vida, de lo que nos quita.
Ellos me escuchan y yo les hablo, ellos me hablan y yo les escucho. A veces no me siento muy cómoda, primero porque no tengo su edad y segundo porque la gente de mi edad está al otro lado de la sala y me gustaría estar con ellos, pero estos, los jóvenes no se sienten cercanos a ellos.
Es gracioso, porque nunca me gusto la enseñanza y aquí estoy cual maestra de escuela rodeada de pupilos.
Estoy orgullosa de estar con ellos, a casi todos la primera oportunidad les vino de mi mano hace 6 años, quizás antes. A todos los he tenido bajo mi mando en alguna ocasión.
Pero hoy me siento orgullosa de mi misma, porque ayer me leyeron un texto precioso en el que decían que lo que son y quienes son, me lo deben en parte a mi, a mi compromiso con ellos, a mis ganas, a lo que soy y a lo que he sido, al ejemplo que durante años les he dado...
Y ahora pienso, mi vida ha servido para algo.

7 comentarios:

  1. Pues fué un detalle precioso por su parte.
    Sigue "cuidandolos" que seguro te darán más de una satisfacción.
    Besos

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  2. Si te escuchan, por algo será. A veces, la diferencia de edad no es tan importante. Lo que importa es poder compartir esos momentos y lo que cada uno piensa y siente. Podemos aprender mucho tanto de los jóvenes como de los mayores.

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  3. A mí tb me pasa, es verdad. Los chiquillos siempre me piden opinión sobre las cosas. Incluso a veces, los propios padres, cuando ven a su churumbelo una miaja desorientado, me dicen:-"¿Por qué no vienes y hablas con el niño? Seguro que le viene bien hablar contigo"-. Y yo crezco y crezco y dejo de caber en la ropa. jejejejej

    Pues eso, como tú y el detalle genial que han tenido contigo. Pero no los dejes, que la diferencia de edad no importa y siempre se aprende algo de todo el mundo.
    ;) (emoticono que significa "guiño").
    jajajaajajaja

    Besos!!!

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  4. Hola a las tres a Lou, a Amelche y a Lluna, la verdad es que lloré cual niña pequeña, ¡estoy muy tierna!, los mayores de este grupo de 25 a 30, decían "Ana no llores", pero yo con hipo y todo. Me hizo ilusión, me regalaron una mochila preciosa para que siga con ellos 30 años más, ¡Que gracia!, "anciana de 76 años muere subiendo la cuesta de su casa, eso sí llevaba una mochila de ataque peronalizada y llena de amor"
    Y ahora pienso que cuando me deprimo por temas sentimentales, estoy siendo la persona más egoista del mundo, porque no me querrá quien yo quiera, no me querrán como yo quiero, pero ¡jo! ¡hay gente que me quiere mucho!

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  5. Ana:
    Esa experiencia de significar algo para un grupo de jóvenes es mucho más gratificante (cuando se disfruta) de lo que se puede sospechar previamente. A mí me pasa y lo valoro mucho.
    Y descuida: si eres capaz de inspirar esos sentimientos entre ellos también los suscitas en otros, seguro. La única cuestión es ese tan difícils encaje entre quien queremos y quien nos quiere querer. O si lo prefieres, lo de que a quien tu quieres no te quiere como deseas, o viceversa.
    Por lo demás desde luego que tu vida sirve para algo y servirá mucho más. Lo percibo claramente a pesar de la distancia.

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  6. Gracias Euclides, yo soy un ser en busqueda o buscando siempre, siempre he pensado que nuestra vida no tiene sentido si no podemos dejar algo tras de nosotros, sería una vida sin sentido.
    A mi se me niega la inmortalidad que supone dejar descendencia, pero si soy capaz de transmitir algo a la gente que me rodea y ellos a su vez a otros ¿sería suficiente?

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  7. Ana:
    Transmitir algo a quienes nos rodean y que tenga repercusión es mucho más de lo que consigue la mayoría, aunque tenga descendencia. Así que no te agobies por eso, no temas que tu existencia trascurra en balde.

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